Una buena UX implica entender las necesidades del visitante. ¿Qué busca? ¿Cómo lo guiamos sin fricción hasta lograr su objetivo? Mientras tanto, la UI traduce esa experiencia en colores, botones, tipografías y animaciones que facilitan la interacción.
Cuando UX y UI están alineadas, el resultado es un sitio intuitivo, atractivo y eficaz. Por ejemplo, una tienda en línea con UX bien pensada simplifica el proceso de compra, mientras una UI cuidada genera confianza y deseo.
En 2025, veremos cómo la personalización mediante IA hará que la UX/UI se adapte dinámicamente al comportamiento del usuario. Si alguien suele comprar de noche, la web podrá mostrarse con un tema oscuro automáticamente. La frontera entre funcionalidad y diseño web puebla será más difusa, pero también más poderosa.
Invertir en UX/UI no es un gasto, es una estrategia para multiplicar conversiones y fidelizar clientes.